Estuvimos en Burguillos del Cerro, un pueblo de Badajoz, tardamos mucho en llegar y yo me agobié, pero eso tuvo recompensa. Al llegar a Burguillos nos fuimos a cenar a un restaurante. Cuando terminamos de cenar nos fuimos a la casa de campo de Pepe y Piluca, donde nos quedaríamos a dormir. El camino hacia la casa era de tierra y había un montón de baches. La primera noche mi padre, mi madre y yo dormimos en una de las dos habitaciones de arriba, y en la otra unos amigos de Madrid. Por la mañana fuimos a investigar, fue muy chulo. En el jardín había un columpio que lo ha hecho Pepe, con una cuerda muy grande que colgaba de un árbol.
Estaba hecho de una silla de hierro pero sin patas, también había una hamaca, una piscina, etc...
En una habitación que había dentro de la casa había un jacuzzi gigante, un montón de camas y una chimenea. Fuera de la casa y del patio había un huerto, un gallinero, un pozo, un molino derrumbado, a lo lejos había vacas y caballos.
Yo fui al pozo a coger agua para plantar un arbolito, y de paso me refresque.
Cuando paso el tiempo, llego mi primito Diego de 2 años y medio, cuando nos vimos los dos nos pusimos muy nerviosos por 2 razones: 1º porque nos queremos un montón, 2º porque el vive en Zafra y yo en Tomares, después di un paseo con él y le enseñe todo.
Por la mañana fuimos al gallinero mi hermana y yo, cogimos huevos y nos hicimos una tortilla. Después mi padre y yo nos fuimos a coger espárragos, por el camino encontramos un potrito con su mamá, estaba mamando y me cogió cariño y nos siguió por el campo. Fue el mejor fin de semana de mi vida.
ANA GUERRA RAMÓN
1 comentario:
Muy bien escrito y sin faltas de ortografía (o eso creo). Algunos niños y niñas de mi clase de sexto, incluido yo, no somos capaces de escribir un cuento tan largo sin faltas de ortografía.
En resumen muy bien escrito.
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